El millonario asalto a dos camiones que trasportaban cigarrillos en la comuna de Cerrillos nos hace reflexionar sobre cómo garantizar la seguridad en la cadena de distribución.
En la operación existen múltiples modus operandi que son aplicados para cometer delitos. Muchas veces no controlamos donde cargamos nuestra mercancía, por ejemplo, ramplas vulneradas, pisos falsos, chapas y puertas vulneradas, son las situaciones de seguridad asociadas a equipamiento físico más frecuentes.
Las sobreestadías en ruta e incluso en patios, también deben ser controladas constantemente, ya que pueden ser parte de un sistema de robos que esté afectando a la entidad.
En el caso de la ruta, el control de la carga es una práctica que realizan a diario las empresas de transporte a través de monitoreo GPS. Sin embargo, se debe revisar continuamente la calidad de la señal y la continuidad de la reportabilidad de cada dispositivo para garantizar la seguridad de la carga, además de categorizar las alertas en seguridad y operacionales, con el objetivo de dar prioridad al protocolo que se debe activar.
El perfil de las personas que transportan la carga es un recurso que también se debe tomar en cuenta a la hora de mirar la cadena de distribución. En general no controlamos quien lleva la carga. El 20% de los conductores tiene un perfil de alto riesgo, y no conocemos su hábito de conducción y en algunas oportunidades tampoco la identidad de quienes además los acompañan. La certificación del personal y análisis de los viajes es una medida preventiva cada vez más necesaria en la industria logística.
PAOLA ESCOBAR, GERENTE TI & NUEVOS NEGOCIOS. FISCALÍA PRIVADA