A pesar de la pandemia y las restricciones de la cuarentena los denominados “narcovelorios” se continúan realizando. Así lo pudieron registrar cientos de vecinos de la Villa el Sendero en Quilicura, quienes tuvieron que soportar ruidos molestos producto de los fuegos de artificio. Y es que en el sector se instaló una distribuidora dedicada a la venta ilegal de pirotecnia
“Detectamos uno de los de los grandes centros de distribución de la capital, y gran parte de los fuegos artificiales que se comercializan en este inmueble eran utilizado ya sea para los famosos narcovelorios y también para ataque en algunas comisarías” indicó el Capitán Luis Basualto de la 49° Comisaría de Quilicura.
45 cajas, lo equivalente a 19.400 unidades de todo tipo de pirotécnica, avaluada en más de 50 millones de pesos, fue lo que se encontró luego de la investigación realizada por Carabineros, donde se detuvo al dueño de casa y también a un particular comprador.
Se trata de Heriberto Escalona, quien se mantiene en investigación por comercio ambulante, estafa y comercialización de fuegos artificiales. Con 35 años tiene causas penales, 102 reincidencias por diferentes infracciones y delitos asociados a estafas. Producto de la pandemia se reinventó y estaba dedicado a abastecer rituales ligados al narcotráfico que requirieran la utilización de pirotecnia
El dueño de casa y el delincuente fueron detenidos y trasladados a la 49° Comisaría de Quilicura, donde pese a lo incautado no enfrentaron a la justicia. “Obedece a la aplicación de la ley que establece que estas conductas son sólo una infracción, la cual tiene una pena de multa que es conocida por los juzgados de policía local. Tenemos que, urgentemente, modificar la ley de control de armas y que incorpore esta conducta como un delito y le asocie una pena privativa de libertad” indicó Pamela Cisternas, Sub Gerente Legal de Fiscalía Privada.
Lamentablemente para los delincuentes tener más de 19.000 fuegos artificiales es un mero trámite, pero al menos ya se comienza a responder la pregunta de quiénes están en este mercado. De donde vienen y quién los introdujo al país para guardarlos es el interrogante un pendiente.