El phishing ha presentado un alza de 360% y se instala como la amenaza más masiva, mientras el ransomware ha aumentado en 210% y se considera como una de las amenazas más problemáticos. Y, aunque existen varias iniciativas para fomentar avances en materia de ciberseguridad, los expertos coinciden en que aún hay mucho que avanzar.
Durante los últimos meses tanto Chile, como el resto del mundo, la transformación digital tuvo una importante aceleración por la crisis sanitaria a causa del Covid-19. Ello, junto al constante y masivo uso de las tecnologías de la información y al desarrollo creciente de la economía digital, pone a los países del mundo en una situación de alerta para unificar esfuerzos y mejorar los estándares de ciberseguridad. Y es que en medio del panorama actual, los ciberataques se han transformado en “la otra pandemia”, puesto que de forma silenciosa son capaces de vulnerar todo tipo de organizaciones e información confidencial, dejando tras de sí una serie de repercusiones económicas y de daño reputacional.
En 2018, en nuestro país se declaró octubre como el “Mes Nacional de la Ciberseguridad”, iniciativa cuyo objetivo es realizar, durante ese período, diversas actividades de fomento y ejercicios nacionales vinculados a esta materia. En octubre del año pasado se llevó a cabo en Chile el “Primer Simposio de Ciberseguridad de la Organización de Estados Americanos (OEA)”, ocasión en la que se anunció la firma de cuatro decretos supremos y la firma de 36 convenios con empresas del sector privado para implementar las mejores prácticas.
Todo con la idea de que el país mantuviera una mejor institucionalidad en la materia a través de un consejo interministerial que podría definir políticas de Ciberseguridad tanto para el sector público como el privado regulado, ajustado aspectos de seguridad operacional de correos electrónicos, sitios web y controles específicos para aumentar la seguridad de las instituciones públicas.