A fines de julio el líder de la Coordinadora Arauco-Malleco (CAM), Héctor Llaitul, en entrevista con el medio Werken Noticias, emitió una serie de declaraciones llamado al sabotaje y justificando la quema de maquinarias en el sur del país como la forma de “vengar” el asesinato del comunero mapuche, Pablo Marchant.
“La forma nuestra de reivindicarlo es obviamente a través del sabotaje que, como ha quedado de manifiesto en estas últimas dos semanas, han estado dirigidos y que tienen como objetivos acumular fuerza desde una línea estratégica” dijo Llaitul.
Ante dichas declaraciones el gobierno del presidente Boric, inicialmente había descartado querellarse contra el líder de la CAM, esperando que el Ministerio Público incorporara estos nuevos dichos a las indagaciones que ya venía realizando.
No obstante, el Fiscal Nacional, precisó que sin una formalización de cargos, la entidad no podía actuar sobre los dichos de Llaitul. Ante ello y el amplio rechazo de diversos sectores, el mandatario finalmente tomó la decisión de ampliar dos de las querellas por Ley de Seguridad del Estado presentadas anteriormente en contra del comunero mapuche.